miércoles, 2 de enero de 2008

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Inquisidores tus rizos que bajan sigilosos a mis rizos, Alejandra. Me distraes con tus ojos que encarnan el clima de esta tarde. El sol cae lentamente cual si el ganador fuera el que desapareciera ultimo. Y te juro que esta tarde yo ganaría.
Me podría trasladar a esa dimensión que son las curvas de tus labios; y el mundo ahí si ya no lo vería naranja, ni azul.
Soy tu presa Alejandra, por más que todo lo que me atrape sea esa sonrisa tuya que en otras horas me hace pensar que eres tú la que anda atada...

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