martes, 10 de junio de 2008

Jerobam


Jerobam viaja esta tarde en silencio. Atraviesa las cordilleras junto con las aves. Ellas si viajan despreocupadas -dice Jerobam- mientras deja que su mirada caiga sobre la tierra, desde donde puede ver entre esteras a un niño.
Jerobam es un héroe de pueblo. No se deja ver por nadie que levante su mirada. El cielo es de los muertos, de esos que se van con todo y cuerpo, y por eso Jerobam se esconde, porque es un superhombre que vuela donde los muertos viven. Por eso viaja oculto y usa sombrero gris. ¿Que cómo se que es gris su sombrero? Me lo imagino.
Hay límites para Jerobam. Toda la tarde he estado dando vueltas en la cama sin querer salir a ayudar. La tierra se mete a la casa por el techo abierto, se esparce entre la cocina y el cuarto. No sólo se anida en los rincones más oscuros, sino que la tierra se esconde en mi boca, en mi lengua, hasta la siento en mi alma.
Todo se embarra entre tanta lluvia y tanta tierra. Y a veces me pregunto por qué Jerobam no baja y me ayuda con el techo y de una vez me saca de este maldito vicio del agua, de colarse por donde pueda.
Jerobam tiene un cielo en mi cabeza, antes vivía en la cabeza del abuelo. De ahí el abuelo se ha muerto y Jerobam se ha muerto con él, pero en mi cumpleaños he leído una carta en la que mi abuelo me dejaba las instrucciones para hacer volar al mismo Jerobam que él hacía volar. En el punto final de su carta mi abuelo se ha ido para siempre a donde se van los muertos, pero ha resucitado a un héroe. O un héroe me ha resucitado. Un héroe que ahora vuela desde mis pies, hasta mi estomago, hasta mis orejas.
Jerobam ¿qué destino nos espera?, a ti más que a mí. No tengo fuerzas para pararme y sin embargo estoy aquí haciéndote más fuerte. Tú eres el que sale descalzo y ayuda a mi familia, tú eres el que cuida a mis hermanos, tu eres el futuro, ese tiempo que me asusta Jerobam. ¿Quién desaparecerá primero? ¿a cuál de los dos matará el frío? ¿cuál de los dos se hará roca inquebrable? ¿quién se hará mas real que quien?
Soy un niño imaginario en un pueblo imaginario, con sabanas reales, con hambre real, con lagrimas reales y no se que te reclamo Jerobam.
Acaso que te quedes conmigo. Acaso que te quedes tú y que yo me vaya. Tendría que escribir una carta y luego atar una soga al techo y luego inclinarme del banco y sólo ahí comprobar si es que realmente vuelo. Y sino Jerobam, tú te quedas y yo me voy con el abuelo.

lunes, 5 de mayo de 2008

Asuntos de la calle en que vivo 1

Jacky siempre quiso ser famosa y en su casa hacia presentaciones después de algunas comidas importantes a donde asistía su familia.
Se ponía a bailar como Marilin Monroe y hacia que unos primos lejanos la cargasen hasta el techo. Daba los giros exactos que le levantaban el vestido blanco que utilizaba en cada baile.
En 17 años Jacky no había logrado un solo choque con la fama. Solo una vez que paseaba por la playa se sentó frente a una filmacion donde hacían un reclame de helados. Y ella miraba a la chica que saboreaba un helado mientras la grababan, y a Jacky se le venían los pelos a la cara de tanto viento y se le cerraban los ojos, y entonces se ponía a pensar en Marilin Monroe, en los primos, en la casa, y en eso de ser famosa.
Justo antes de su cumpleaños sentada en una peluquería, leía una revista donde informaban que actores de la talla de Silvestre Stalone y Cameron Díaz se habían iniciado en la industria pornográfica. Apenas leyó esa noticia se le alumbraron los ojos de felicidad, y tras arduo trabajo se consiguió unos teléfonos a los que llamo para ofrecer sus servicios e iniciarse a la mala. A la del latigazo.
Obtuvo algunas entrevistas, un par de castings en los que habia de demostrar su elasticidad y su amistad con las camaras, y finalmente la aceptaron.
Unos días después de cumplir dieciocho años, Jacky había teñido su cabellera negra de rubio, como el sol. Y habia cambiado el color de labial para acentuar la sonrisa.
Entonces cada mañana la veía salir en ropa ligera con dirección al Mosthell, un hotel de tres estrellas, que era donde se grababa cada escena imperdible en la que Jacky tenia que poner cara de infarto y gritar hasta hacer temblar el subsuelo, y mientras todo eso, pensaba en Silvestre Stalone o en Marilin Monroe para darse un impulsito.

domingo, 20 de abril de 2008

La belleza se mide por la curva de la sonrisa, por el agujero solitario a lado del pómulo izquierdo, por los labios partidos al índice del invierno. Por los botones del saco que dejan un agujero restante.
La belleza es permanente en los ojos silenciosos que al reverso guardan un misterio para cada tarde.
Son los pasos fracturados después de una sonrisa que fusila y que analgesia.

La belleza esta en el lado inexplorado y en cada árbol que a uno le arrancaron de las venas.
En cada pan que hizo falta. En cada dedo dulce de chocolate que con alegría uno pudo lamerse.
No hay belleza en el baile perfilado sino en el tropiezo, en el suspiro del error, en el olor propio. En el rostro pegado en la almohada. En la mano que acompaña a la mano.

Por ahí va la cosa.

viernes, 11 de abril de 2008

d1

1.
Mi alma es un espacio en blanco,
Una brujula que se desangra.
Un llanto en los labios de los que sonrien.
Un espejo mal elavorado
que le reza al reloj.

viernes, 14 de marzo de 2008

.

Un día uno viene y escribe un párrafo y al final firma y escribe una dedicatoria para alguien que no existe. Y luego los días siguientes se ponen a existir miles de dedicados porque se creen que lo que el párrafo dice, a su vida iguala.
He leído esta mañana que Jack, el tipo calculador que era un genio volando sesos ha sido atrapado, y he ahí su debilidad; el tipo era infalible volando sesos pero viene a descubrir que no era el más escurridizo del mundo justo en el momento en que no era el más escurridizo del mundo. Me ha dado mucha lastima enterarme que Jack anda atrapado. La culpa es de la mala suerte porque le vienen a tocar unos policías con piernas largas y con vista larga, y me da pena, no porque me encantara que parara por ahí coleccionando tapas de cabezas ajenas. Es que yo conocí a Jack.
Me acuerdo claramente de su cara, y cuando lo vi en la tele no hice más que reconocerlo y sonreír. Ya lo había visto antes en un café, con la casaca de cuero, con las botas que le molerían la cara a cualquier idiota.
Olvido unas hojas, y yo las recogí, y entonces Jack me las arranco cuando yo estaba de regreso a casa. Y yo siempre pensé que, que suerte la mía de que Jack no me volara los sesos, y que no me hiciera carne molida con sus zapatos con puntas.
Jack ahora esta endemoniado, es decir que ha liberado sus demonios porque cuando yo leí sus escritos de pura casualidad, me di cuenta que estaba endemoniado igual y que algún día iba a quemar vivo a alguno de sus familiares o a quien sea que lo jodiera.
Y yo estaba igual de feliz cuando me puse a leer sus cosas y las sentí como mis cosas, porque yo también quería quemar vivo a algún familiar y quería irme lejos y ahogarme, o volarme los sesos. Y fue ahí que sonreí por mi y por Jack porque aunque no lo conocía por completo sabia que me acompañaba y que podía gritar: que bien que exista mas gente en este mundo con el corazón podrido y con el alma amputada. Y bien amputada, como las piernas de los que se van a la guerra.
Jack había escrito sobre todos esos sentimientos por los que uno se quiere morir pero no puede. Porque a veces uno quiere irse, pero también quiere quedarse. Y no puede y no puede y entonces se echa en su cama y cierra los ojos, y el tiempo pasa, y el tiempo no perdona.
El tipo es Jack y lo han atrapado esta mañana, y me imagino que cuando ha sido atrapado ha pensado en volarles los sesos a todos como le voló los sesos a la puta de su mama y al miserable de su papa. Y por eso me he puesto triste, porque me siento solo, porque ahora estoy solo en la calle volándole los sesos a cada mierda que se me cruza, pero el tiempo no perdona, como que dos es mejor que uno. Y como que ahora le quiero volar los sesos a Jack por dejarme solo. Pero estoy sin suerte porque seguro que uno de esos policías largos le vuela los sesos en unos de esos jueguitos que hacen los policías.

martes, 19 de febrero de 2008

18

No puedo ser decente. Llevo los jeans sucios, el mismo polo de siempre, verde y con heridas. Llevo en la mano la cajetilla de cigarros donde guardo los que voy comprando sueltos. Me he fumado tantos que han muerto las matemáticas.
Llevo el pelo atado para que no te pierdas en su rebeldía. Llevo las ojeras del mal de no sueño. Tengo todas las madrugadas encima. Tengo todas las mañanas que no tengo.

18 de febrero de 2008

Me desvío del camino, como siempre. Esta noche no me lleva a tu casa, Paolo. O como quiera que te llames.
He intentado reinventarme el camino, y mira que me he perdido. Se ha hecho noche sin migajas de vuelta. Se han fundido los adversarios en mi garganta. Pero hasta llorar, no lo se hacer.
No creas que no querría montar una escena de mis dedos marcándote el teléfono para que me auxilies. Todo lo olvido Paolo. Como que todo lo recuerdo.

Me intento disolver en cuadros y esculturas de Delfín. Hay caballos. Hay un pez colgando. Acuérdate de mi cuando lo veas. Todos estamos dentro de ese mar de donde atrapan al pez. Hasta nosotros. O nosotros somos los primeros en ser atrapados.

Dan las nueve. Todos los niños siguen jugando. Los bares se están haciendo pedacitos. Se parecen a mí. La música sigue, todo sigue. Que feo es cuando todo sigue. Yo no quiero seguir.

18 de febrero de 2008

La mesa inerte y los periódicos graciosísimos, tanto que nada me da risa.
El café con una de azúcar. Parece que hace frió. Parece que el cine anda lleno. Solo pienso en que quiero llevarte a un circo. Que no podría esperar hasta Julio.

Que desaparezca Julio, seguimos en febrero. Como te dije. Todo como te dije. Serias veintinueve clavos. Yo seria tu cruz. Tu solo andarías a la espera de tu semana santa.

Es 18 de febrero de 2008. Es lunes. Están mis dedos mutilados, cansados de probar espejos. De rendirme ante cualquier bosquejo de lo que puedo encontrar bajo mi puerta mañana en la mañana.

Ya no me llegan cartas del exterior. No me llega la sonrisa de tu cara. No llegan mis veinte años. No vuelven más mis amigos. No caes al borde de mi cama. No me veo en las noticias.

Entonces parto, Paolo. Parto hacia esa puerta que no es la de bienvenida. No hay fuegos artificiales. Es puro fuego del real, que pisoteo. Toda una gran mentira que he colgado en cuadritos frente a mi cama.

Que nadie me aliente. Que nadie me reclame.

Me subo a uno de esos buses que a las diez andan llenos. Que tienen toda la pinta de lo que imagino el infierno. Uno de esos buses en los que muero en mis sueños. Uno de esos buses que van de ida. Solo de ida, Paolo.

18 clavos de 2008.

lunes, 21 de enero de 2008

ah si

Como voy a compartir mi cuerpo contigo y vas a acercarte a tocar mi espalda, como si tus manos fueran mis manos; como si ahora mi piel fuera mar, y tú, te hundieras en el agua.
Luego, tu lengua que sería bandera flameante; y todos estos cuadros en los que no puedo concentrarme un segundo.
Cada copa de vino, cada brindis hace que me resbale y encuentre tu pecho oligárquico figurándote en mi mente.
Pintor, vengo a encontrar tu carne en esta galería de tan buena muerte.
Vengo a encontrarte entre tanto ente de sonrisa chueca, de lágrima corta y de vestido alquilado. Como es que no nos conocemos de cuarto, sino de galería.
Como detener contigo el tiempo a pinceladas. Hasta que la puerta explote. Hasta que te caigas de la cama.
Que espectáculo el de esta noche, en que tengo que verte de lejos. En que tengo que creerte ante estos cuadros. Tengo que crearte. E imaginar que me pintas. Que te dejo pintarme.

miércoles, 9 de enero de 2008

Cielo en ingles se dice sky

Y mis pies tan tontos, le fueron a abrir paso a los tuyos.
Te abrimos el umbral. Avanzabas de vestido flores rojas, y con tus zapatos con broche, que te fuiste quitando cuando viste a los chicos haciendo equilibrio en una cuerda.
Como fue que se me ocurrió darle verano a tu piel lechosa, tentarte al fuego de tu fuego, maullarte, felina.
Te respiraste el aire. Miraste el cielo como si el cielo te mirara. Piraste a destruir tus carruajes, princesa. Echaste vuelo sobre área restringida.

lunes, 7 de enero de 2008

7 de Enero

Y mis pies han caído lentos,
cada vez más lentos,
a enamorarse del suelo.

domingo, 6 de enero de 2008

1

Tus manos
Que son por última vez, en mi voz, tus manos
Que por última vez cruzan mi espalda,
Que en un sueño se aparecen.

Que no son sueño y que intersectan mis
Manos
Que sudan el verano ya en la tarde,
Que manchan de salado mis labios.

Que se entierran hondo
Con tu cuerpo
Que por última vez, en mi voz, tu cuerpo...

miércoles, 2 de enero de 2008

.

Inquisidores tus rizos que bajan sigilosos a mis rizos, Alejandra. Me distraes con tus ojos que encarnan el clima de esta tarde. El sol cae lentamente cual si el ganador fuera el que desapareciera ultimo. Y te juro que esta tarde yo ganaría.
Me podría trasladar a esa dimensión que son las curvas de tus labios; y el mundo ahí si ya no lo vería naranja, ni azul.
Soy tu presa Alejandra, por más que todo lo que me atrape sea esa sonrisa tuya que en otras horas me hace pensar que eres tú la que anda atada...